

Se planteó una dirección de arte basada en una interfaz oscura y minimalista, libre de distracciones. La tipografía técnica y el uso estratégico del espacio negativo refuerzan la identidad de un diseñador que no solo crea formas, sino que resuelve problemas complejos con una estética impecable.
La paleta monocromática actúa como el lienzo perfecto para que los renders y bocetos de alta fidelidad sean los verdaderos protagonistas de la experiencia.

Para gestionar el portafolio de manera eficiente, se desarrolló sobre WordPress. Mediante JavaScript y GSAP se implementaron transiciones suaves y scroll controlado con Lenis.
Cada interacción está cuidada al detalle, buscando que la navegación se sienta fluida, dinámica y totalmente bajo control del usuario.

